Deportes Concepción consumó un ascenso histórico al derrotar a Cobreloa 3-2 en Calama y regresará a Primera División tras 18 años. Un triunfo épico que corona su larga reconstrucción.
La historia reciente de Deportes Concepción está marcada por el sufrimiento, la caída y la reconstrucción. Tras una dura desafiliación que lo empujó a los rincones más bajos del fútbol chileno, el cuadro lila inició un largo camino desde los potreros hasta volver al sitial que ocupó durante décadas. Ese proceso llegó a su punto culmine este domingo: el León de Collao regresó a Primera División, asegurando un cupo en la Liga de Primera 2026 después de derrotar por 3-2 a Cobreloa en un duelo memorable.
Tras el 1-1 en la ida, la llave llegaba abierta al Zorros del Desierto, donde la altitud y la localía asomaban como factores favorables para los naranjas. César Bravo apostó por su tridente Jara–Gotti–Valdés, mientras que en los penquistas retornó el capitán Sebastián Silva. La gran ausencia fue la del técnico Patricio Almendra, suspendido, por lo que su ayudante Mario Salgado tomó el mando en la banca.
El partido tuvo todos los condimentos de una final de liguilla: tensión, nervios y pocos espacios para el fútbol elaborado, pero mucho corazón. Aunque Cobreloa comenzó presionando, fue Concepción quien golpeó primero. A los 37’, Nelson Sepúlveda abrió la cuenta con un remate letal tras asistencia de Josué Ovalle. El local casi empata de inmediato, pero el error del portero Araya no fue aprovechado por Gotti.
El complemento mantuvo el guion: empuje loíno y resistencia lila. Y en uno de sus puntos fuertes, la pelota detenida, Concepción encontró oro. A los 52’, Joaquín Larrivey marcó el 2-0 de cabeza, aprovechando otra floja reacción del meta Araya y llegando a 19 goles en su extraordinaria temporada.
El partido cambió con la grave lesión del paraguayo Jonathan Espínola, que dejó muy golpeada emocionalmente a la visita. Desde ahí, Cobreloa se volcó con todo y encontró premio: Gotti descontó a los 77’ y el Zorros del Desierto explotó. A los 83’, un penal por mano de Gillard permitió que Álvaro Delgado pusiera el 2-2 que encaminaba todo a la prórroga.
Pero esta historia tendría un giro más. Cuando el alargue ya parecía inevitable, Nelson Sepúlveda volvió a aparecer en los descuentos, con un derechazo de primera tras un mal rechazo que dio en el palo antes de entrar. Un gol que silenció Calama y desató la locura lila: 3-2 definitivo y ascenso consumado.
Deportes Concepción vuelve así a la élite después de 18 años, cerrando una resurrección deportiva y social notable. Dos ascensos consecutivos para un club que estuvo al borde de la desaparición y que hoy revive como un gigante del Biobío.