La NBA enfrenta un escándalo sin precedentes: el FBI arrestó a más de 30 personas, entre ellas Chauncey Billups y Terry Rozier, por presunta participación en una red de apuestas ilegales y partidas de póker manipuladas con nexos con la mafia italiana.
La NBA inició su temporada 2025-26 en medio de la expectación deportiva, pero rápidamente el entusiasmo se vio empañado por un escándalo que amenaza con convertirse en uno de los más graves en la historia de la NBA.
El FBI confirmó la detención de más de 30 personas en una operación a nivel nacional que expuso una trama de apuestas ilegales y partidas de póker amañadas, con presuntos vínculos con familias mafiosas italianas como los Gambino, Genovese y Bonanno.
Entre los implicados aparecen Chauncey Billups, actual entrenador de Portland Trail Blazers; Terry Rozier, jugador activo de Miami Heat; y el exbasquetbolista Damon Jones. Según el reporte oficial, las detenciones se produjeron tras años de investigación que abarcó 11 estados de Estados Unidos.tTa
Billups fue arrestado en Oregón, poco después del debut de los Blazers ante Minnesota Timberwolves, por su supuesta participación en partidas clandestinas respaldadas por el crimen organizado. En tanto, Rozier fue detenido en un hotel de Orlando, acusado de entregar información interna sobre lesiones y alineaciones para beneficiar apuestas deportivas.
Los documentos judiciales detallan el uso de mesas con rayos X, mezcladoras manipuladas y cámaras ocultas para conocer las cartas de los rivales, defraudando millones de dólares.
El director del FBI, Kash Patel, declaró que se trata de “una red criminal que movía decenas de millones de dólares en fraude, lavado de dinero y apuestas ilegales”, calificando el caso como “histórico”. El fiscal Joseph Nocella Jr. agregó que es “uno de los esquemas de corrupción deportiva más osados desde la legalización de las apuestas online”.
Desde la NBA, en un comunicado breve, afirmaron que están “revisando las acusaciones federales” y reiteraron que “la integridad del juego sigue siendo la máxima prioridad”.
El caso abre una profunda crisis de reputación para la liga, que en los últimos años había estrechado lazos con casas de apuestas legales y promovido una imagen de transparencia. Hoy, esa confianza se tambalea ante un escándalo que podría marcar un antes y un después en la historia del deporte estadounidense.