Los azules intentarán reducir la sanción impuesta por el ente rector del fútbol sudamericano, la cual le impide a los fanáticos del “Romántico Viajero” acompañar al equipo en sus duelos por torneos internacionales.
Tras varias semanas de espera, finalmente Universidad de Chile decidió apelar al castigo que le impuso la Conmebol, a raíz de los graves incidentes ocurridos en el Estadio Libertadores de América el 20 de agosto, en el marco del duelo de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Independiente.
De acuerdo a Radio Cooperativa, los abogados del conjunto laico intentarán reducir la sanción en contra de los fanáticos estudiantiles, quienes quedaron con prohibición de ingresar a siete partidos de visita en el plano internacional. Además, el Romántico Viajero debe jugar otros siete encuentros a puertas cerradas en calidad local.
Según el citado medio, el objetivo de la defensa azul es que el club alcance a disputar algún partido con público como dueño de casa en la temporada 2026.
Otro punto de la apelación tiene relación con la multa de 120 mil dólares por gestos racistas que realizaron los hinchas de la U hacia la parcialidad del “Rojo”.
Los letrados indicaron en el documento que los aficionados mostraron bananas a los rivales no como un objetivo racista, sino recordando un episodio que protagonizó Marcelo Díaz en Racing, cuando el volante se comió un plátano poco antes de anotar en un clásico de Avellaneda.
Según la citada emisora, “en este punto, se supo que hay una declaración del capitán azul donde explica el episodio y lo ocurrido en el Estadio Libertadores de América”.