El Real Valladolid llegó a Chile para disputar dos amistosos ante Colo Colo en el marco del centenario albo. La visita tiene un fuerte componente simbólico y fue recibida con un especial gesto: un bus personalizado con los colores del club español, detalle que fue destacado y agradecido por la delegación blanquivioleta.
El Real Valladolid ya se encuentra en territorio chileno para disputar dos amistosos frente a Colo Colo, en el marco de los festejos del centenario del club albo. La visita del elenco español tiene una carga simbólica especial, ya que en la ciudad de Valladolid falleció en 1927 David Arellano, fundador de Colo Colo, convirtiéndose en el primer mártir de la institución.
El primer encuentro entre ambos equipos se disputará este miércoles en Viña del Mar, mientras que el segundo está programado para el sábado en el Estadio Monumental, solo un día antes del duelo del Cacique frente a O’Higgins por el Campeonato Nacional.
La presencia del conjunto blanquivioleta fue gestionada con ese vínculo histórico como eje central, en un evento que originalmente estaba previsto para desarrollarse a mediados de año, pero que fue postergado tras los incidentes ocurridos en el partido ante Fortaleza por Copa Libertadores.
A su llegada a Chile, el club español fue recibido con un gesto que no pasó desapercibido: un bus especialmente rotulado con los colores de Valladolid y la leyenda “Blanquivioleta”, similar al que utilizan en España cada fin de semana. La acción fue ampliamente valorada por la delegación visitante.
“Se han pasado los de Colo Colo. Nos reciben con este bus para que estemos como en casa”, publicó el club europeo en su cuenta oficial en X, junto a una imagen del vehículo personalizado.
Cabe recordar que el Real Valladolid guarda una relación estrecha con el fútbol chileno, ya que por sus filas han pasado reconocidos jugadores nacionales como Higinio Ortúzar, Patricio Yáñez, Óscar Wirth, Jorge Aravena, Fabián Orellana, José Luis Sierra, Igor Lichnovsky y Diego Rubio.
La visita del Valladolid no solo será una fiesta deportiva, sino también un momento cargado de simbolismo, memoria e historia compartida entre dos instituciones que se reencuentran casi un siglo después de aquel episodio trágico que marcó a Colo Colo para siempre.