Pablo Milad, presidente de la ANFP, abordó su continuidad tras el fracaso de La Roja en las Eliminatorias, reconociendo responsabilidad y asegurando estar abierto a dejar el cargo si así lo deciden los clubes. Además, explicó las inquietudes planteadas por varios dirigentes y llamó a fortalecer la institucionalidad del fútbol chileno.
Tras su regreso a Chile luego de participar en el último Congreso de Conmebol, el presidente de la ANFP, Pablo Milad, se refirió a la compleja situación que atraviesa el fútbol chileno, marcada por el fracaso de La Roja en las Clasificatorias rumbo al Mundial 2026, y abordó la posibilidad de adelantar las elecciones en el ente rector del balompié nacional.
“Primero hay que conversar la institucionalidad, que es lo más importante, porque si no pasaríamos con presidentes todos los meses”, señaló Milad, quien defendió la necesidad de fortalecer la estructura dirigencial más allá de los resultados deportivos.
Frente a la idea impulsada por varios clubes para adelantar los comicios, Milad explicó que “todo partió con una reunión que tuvieron ocho o nueve clubes. Cinco de ellos hablaron conmigo y plantearon inquietudes relacionadas con el fútbol joven, la distribución de gastos con la ANFP y la organización de algunos campeonatos”.
Según el dirigente, los clubes manifestaron su intención de mejorar la comunicación con la ANFP y descartaron que haya un ánimo de “revolución” o de forzar su salida. “Lo primero que me dijeron fue que no querían sacarme, sino informarse y comunicarse más”, sostuvo.
Respecto a su continuidad, Milad aseguró tener “la mejor disposición” y reconoció que “la elección fue un acto democrático. Si consideran que no lo he hecho bien, la interna sabe lo que uno ha hecho”.
El timonel también lamentó que se priorice el juicio por los resultados y no por los esfuerzos detrás: “Lamentablemente las noticias siempre son de resultados, pero no se ve qué se está haciendo para cambiarlos”.
En ese sentido, apuntó a una responsabilidad compartida en la crisis del fútbol chileno: “Creo que acá hay un sentimiento de culpa generalizado. Yo tengo la responsabilidad del cargo, pero también hemos fallado todos: en la formación, en las instituciones, en los técnicos… en todo lo que rodea al fútbol”.
Finalmente, sobre su posible salida en noviembre, Milad fue claro: “Estoy abierto. No soy dueño de la verdad ni de este puesto. No estoy acá por salario, sino por convicciones. Si los presidentes me proponen que no siga, tengo la disposición. Pero he recibido más apoyo que rechazo”.