Carlos Alcaraz anunció el fin de su histórica relación con Juan Carlos Ferrero tras más de siete años y múltiples títulos, marcando un inesperado giro en su carrera.
El tenis mundial recibió una verdadera bomba este miércoles. Carlos Alcaraz, actual número uno del mundo, anunció el fin de su histórica relación profesional con Juan Carlos Ferrero, entrenador con el que trabajó durante más de siete años y junto al cual conquistó seis títulos de Grand Slam y un total de 24 trofeos.
La noticia fue dada a conocer por el propio tenista murciano a través de sus redes sociales, con un extenso y emotivo mensaje que sorprendió al circuito, ya que no existían señales previas de un quiebre entre ambos. Alcaraz y Ferrero comenzaron a trabajar juntos cuando el jugador tenía apenas 15 años, construyendo una de las sociedades más exitosas del tenis reciente.
“Es muy difícil para mí escribir este post… Tras más de siete años juntos, Juanki y yo hemos decidido poner fin a nuestra etapa juntos como entrenador y jugador”, escribió Alcaraz, agradeciendo al exnúmero uno del mundo por acompañarlo en un “viaje increíble, dentro y fuera de la pista”, y por haber transformado “sueños de niño en realidades”.
El campeón español destacó que la separación se produce desde lo más alto de su carrera. “Hemos conseguido llegar a la cima, y siento que, si nuestros caminos deportivos tenían que separarse, debía ser desde ahí arriba”, señaló, subrayando que se queda con el proceso vivido y el crecimiento personal que experimentó junto a Ferrero.
El propio Juan Carlos Ferrero también se manifestó en redes sociales con un mensaje cargado de afecto, aunque dejando entrever que la decisión no fue del todo sencilla. “Me hubiera gustado seguir”, expresó el extenista, añadiendo que confía en que “los buenos recuerdos y las buenas personas siempre encuentran la manera de cruzarse de nuevo”.
Hasta ahora, ninguno de los dos explicó públicamente las razones concretas de la separación, lo que abrió múltiples especulaciones en los medios internacionales. Lo cierto es que se cierra una de las etapas más exitosas del tenis moderno y se abre un nuevo desafío en la carrera de Carlos Alcaraz.