Stefanos Tsitsipas terminó su vínculo con Goran Ivanisevic tras solo dos meses. La relación estalló públicamente con fuertes críticas mutuas y un pobre rendimiento. El griego vuelve a trabajar con su padre.
La relación profesional entre Stefanos Tsitsipas y Goran Ivanisevic duró apenas dos meses. El actual número 29 del mundo confirmó este martes el término del vínculo con el entrenador croata, histórico campeón de Wimbledon y ex coach de Novak Djokovic. El corto ciclo, que incluyó apenas dos torneos (octavos de final en Halle y eliminación en primera ronda en Wimbledon), terminó entre acusaciones cruzadas y tensiones públicas.
El quiebre se volvió evidente luego de que Tsitsipas hablara en un evento benéfico en Grecia, donde lanzó una dura crítica:
“Es difícil trabajar con dictadores que hablan mal de ti y no son cercanos conmigo ni con mi entorno. Necesito un ambiente de trabajo donde me pueda desarrollar”.
El tenista aseguró que “sentirse cómodo” no significaba relajo, sino que buscaba una relación de confianza con su equipo, y adelantó que volverá a ser entrenado por su padre, Apostolos Tsitsipas.
Ivanisevic no tardó en responder desde Umag, en su país natal:
“Él no estaba ni mental ni físicamente preparado. Si no está al cien por ciento, ¿cómo va a jugar contra los mejores? Es un jugador demasiado bueno para estar donde está”.
El ex número 2 del mundo ya había encendido las alarmas semanas atrás, cuando lanzó una crítica brutal:
“Nunca he visto a un jugador en peor forma. Con esta rodilla, yo estoy tres veces más en forma que él”.
Más allá de los dardos, lo cierto es que la carrera de Tsitsipas atraviesa un período de estancamiento, luego de haber sido top 3 del mundo y protagonista de grandes torneos. Con su ranking en caída libre y sin encontrar regularidad, el griego intentará reinventarse bajo el alero de su entorno más cercano. Con Ivanisevic, simplemente, no funcionó.